A lo largo de la historia, las mujeres han buscado hombres con determinadas cidades.
El desvanecimiento del interés romántico por las mujeres puede estar relacionado con las antig preferencias de sus antepasados / photo depositphotos.com
Desde una perspectiva evolutiva, las mujeres son más propensas a iniciar el divorcio porque los matrimonios modernos se organizan en contra de las preferencias a las que estaban predispuestas evolutivamente. En otras palabras, el modelo matrimonial act suele hacer que las mujeres estén menos satisfechas desde el principio. Esta es la conclusión a la que llegaron los científicos, y los resultados de su estudio se publicaron en 2022 en Current Opinion in Psychology. El psicólogo estadounidense Mark Travers escribe al respecto en un artículo para Forbes.
Según él, el principal argumento de los investigadores es que el desvanecimiento del interés romántico de las mujeres puede estar relacionado con las antig preferencias de sus antepasados. A lo largo de la historia, las mujeres han buscado hombres con determinadas cidades: capaces de mantener, con buenos genes y fiables en el papel de pareja afectuosa. Y un simple factor de comportamiento que hace que los hombres parezcan inadecos en todas estas áreas es su falta de implicación en el hogar, señala Travers.
Los investigadores han descubierto que uno de los factores que más influyen en el escaso interés de las mujeres por sus maridos es el desequilibrio: cdo una mujer soporta la mayor parte de la carga doméstica, su atracción por su pareja se reduce considerablemente.
«Es importante destacar que no se trata de cansancio o falta de tiempo. Los investigadores llegaron a la conclusión de que el problema es más profundo: si una mujer se encarga de la mayor parte de las tareas domésticas (lo que sigue siendo típico en la mayoría de los matrimonios), deja de ver a su marido como un socio igitario y empieza a verlo como dependiente. Este sentimiento de dependencia no está relacionado con una necesidad real, sino con el hecho de que el marido depende de su mujer en tareas elementales: cocinar, limpiar, lavar, hacer la compra. Y estas tareas suelen coincidir con el cuidado de los hijos», subraya Travers.
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Cto más siente una mujer que está cortejando a su marido en lugar de vivir con él como iges, más difícil le resulta sentirse interesada por él, ha afirmado un psicólogo.
Desde un punto de vista evolutivo, esto destruye las bases del atractivo: una mujer no ve a un hombre como un proveedor y compañero fiable, sino como «otro niño más» al que cuidar.
Le recordamos que científicos anteriores descubrieron quién tiene más prisa por casarse: si el hombre o la mujer.

